Cuaderno intangible de memoria bit, día 03:
«Bastián asintió y salieron de la cabaña. Detrás de ella se levantaba una torre de madera, bajo la cual un pozo conducía verticalmente a las entrañas de la tierra. Pasaron a su lado, dirigiéndose hacia la llanura de nieve. Y entonces vio Bastián las imágenes, que yacían allí, como rodeadas de seda blanca, igual que si fueran valiosas joyas.
Eran láminas finísimas de una especie de piedra especular, transparente y coloreada, y de todos los tamaños y formas, rectangulares y redondas, rotas e intactas, algunas grandes como vidrieras de iglesia, otras pequeñas como miniaturas de alguna cajita. Yacían, ordenadas aproximadamente por su tamaño y su forma, en hileras que se extendían hasta el horizonte de la blanca llanura.
Lo que representaban aquellas imágenes era misterioso. Había figuras embozadas que parecían flotar en un gran nido de pájaro, o burros con toga de juez: había relojes que se fundían como el requesón, o muñecas articuladas que destacaban sobre fondos chillonamente iluminados y vacíos. Había rostros y cabezas compuestos totalmente de animales y otros que formaban paisajes. Pero había también imágenes completamente corrientes, hombres que segaban campos de maíz y mujeres que se sentaban en un balcón. Había pueblos de montaña y paisajes marineros, escenas bélicas y funciones de circo, calles y habitaciones, y siempre rostros, viejos y jóvenes, inteligentes y bobos, de bufones y de reyes, sombríos y alegres. Había imágenes terribles, de ejecuciones y danzas macabras, e imágenes divertidas de damiselas sentadas sobre una morsa o de una nariz que se paseaba y a la que todos los transeúntes saludaban.»
«Fantasía entera se asienta sobre unos cimientos de sueños olvidados.
-¿Y también están ahí los míos? -preguntó Bastián abriendo mucho los ojos.
Yor se limitó a asentir con la cabeza.
-¿Y dices que tengo que encontrarlos? -siguió preguntando Bastián.
-Por lo menos uno. Con uno basta -respondió Yor.»
Michael Ende. La Historia Interminable.
Y en eso andamos. Rascándonos los cimientos y buscando algo que nos conmueva, nos sacuda, nos quebrante o de alguna manera nos cuente cositas.
Con un poco de paciencia todos los nudos serán deshechos y los misterios revelados.